Hoy he vuelto a recordar a mi amigo y pintor Don Fernando Carapeto Cabrera. Su mujer y sus hijas me trajeron las pinturas que guardaba el artista para que yo las utilizase. La verdad es que no sabía si yo era el más indicado para quedarme con su pintura, y aún sabiendo la cantidad de gente que le concia. Me daba vergüenza, pero al final acepte el obsequio que a muy seguro me traerá buenos recuerdos. Don Fernando Carapeto Cabrera ha sido para mí un crítico severo, excepcional y lejos de falsedades. Me aconsejaba siempre, y alguna que otra vez se brindó para llevarme a mí y mis cuadros a algún que otro concurso. Una persona culta que siempre se quejo de los que no comprendieron su arte.
Hasta otra, Don Fernando.
Hasta otra, Don Fernando.
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